La atopia es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, no curable y que cursa con brotes. Para conseguir controlar y disminuir la frecuencia de estos brotes debemos tomar una serie de medidas.
Evitar la exposición a los alergenos:
Ácaros del polvo:
Realizar aspirados «especiales» de la casa, mantenir las habitaciones bien ventiladas, reducir la humedad en el ambiente, evitar alfombras, mantas, cortinas,…susceptibles de acumular polvo.
Polen:
concentrar los paseos en las franjas horarias con menor índice polínico (entre 7-10 a.m y 8-10 pm), evitar contacto con cesped recién cortado, lavar pies y manos del animal despues del último paseo,…
Pulgas:
control mensual estrico mediante comprimidos o pipetas spot-on.
Alimentación:
Alrededor de un 13& de los perros con dermatitis atópica presentan alergia alimentaria simultániamente, seria recomendable seguir una dieta hipoalergénica estricta mínimo 8 semanas para descartar.
Temperatura ambiental:
Mantenir la casa con un ambinete atemperado ya que los perros atópicos toleran muy mal el calor.
Baños:
Con agua tibia
Ropa de abrigo:
Durante el invierno evitar abrigos de lana y fibras sintéticas.
Estrés:
Evitar situaciones estresantes porque estimulan la aparición de brotes de dermatitis atópica.